sábado, 24 de mayo de 2008

Cornelio Saavedra

Cornelio Saavedra
(1759 - 1829)
Autor: Felipe Pigna
Cornelio Judas Tadeo Saavedra nació en la Villa Imperial de Potosí el 15 de septiembre de 1759. Las difíciles condiciones climáticas de aquella zona llevaron a la familia Saavedra a regresar a Buenos Aires, de donde era oriundo el padre, Don Santiago de Saavedra.
Cornelio cursó estudios en el Real Colegio de San Carlos destacándose por su inclinación por la filosofía. Pero no pudo concluir sus estudios y tuvo que dedicarse a las tareas rurales.
En 1797, inició su carrera en la función pública como regidor. Su destacada actuación le valió, dos años más tarde, la designación de procurador y, en 1801, la de alcalde de primer voto.
Las invasiones inglesas parecen descubrir en Saavedra una nueva vocación: la militar. Dice en sus memorias: "Este fue el origen de mi carrera militar. El inminente peligro de la patria; el riesgo que amenazaba nuestras vidas y propiedades, y la honrosa distinción que habían hecho los hijos de Buenos Aires prefiriéndome a otros muchos paisanos suyos para jefe y comandante, me hicieron entrar en ella".
Durante las invasiones inglesas el cuerpo de Patricios, el más importante de la capital virreinal, lo eligió como comandante. Desde 1808 participó en las reuniones de la jabonería de Vieytes y en la casa de Rodríguez Peña, en la que se destacaba por su moderación y una prudencia que a muchos de sus compañeros les resultaba excesiva. Cumplió un papel destacado en los hechos de mayo. En la reunión de comandantes del 20 de mayo negó su apoyo a Cisneros. Dos días después, en el Cabildo Abierto del 22, votó a favor de la destitución del virrey.
Fue designado presidente de la Junta formada el 25 de mayo, pero su nuevo cargo no parecía agradarle demasiado, según lo cuenta en sus memorias: "Con las más repetidas instancias, solicité al tiempo del recibimiento se me excuse de aquel nuevo empleo, no sólo por falta de experiencia y de luces para desempeñarlo, sino también porque habiendo dado tan públicamente la cara en la revolución de aquellos días no quería se creyese había tenido particular interés en adquirir empleos y honores por aquel medio. A pesar de mis reclamos no se hizo lugar a mi separación. El mismo Cisneros fue uno de los que me persuadieron aceptase el nombramiento por dar gusto al pueblo. Tuve al fin que rendir mi obediencia y fui recibido de presidente y vocal de la excelentísima Junta (...) Por política fue preciso cubrir a la junta con el manto del señor Fernando VII a cuyo nombre se estableció y bajo de él expedía sus providencias y mandatos".
El presidente Saavedra chocará muy pronto con su secretario de Guerra y Gobierno, Mariano Moreno.
Moreno encarnaba el ideario de los sectores que propiciaban algo más que un cambio administrativo. Se proponían cambios económicos y sociales más profundos. Pensaban que la revolución debía controlarse desde Buenos Aires.
Saavedra, en cambio, representaba a los sectores conservadores favorables al mantenimiento de la situación social anterior y era partidario de compartir las decisiones de gobierno con las otras zonas del territorio.
El 5 de diciembre de 1810, se produjo una fiesta en el regimiento de Patricios. Uno de los asistentes que había tomado algunas copas de más, el capitán Atanasio Duarte, propuso un brindis "por el primer Rey y Emperador de América, Don Cornelio Saavedra" (jefe del regimiento) y le ofreció una corona de azúcar que adornaba una torta a doña Saturnina, esposa de Saavedra.
Al enterarse del episodio, el secretario Moreno decretó el destierro de Atanasio Duarte diciendo que "... un habitante de Buenos Aires ni ebrio ni dormido debe tener expresiones contra la libertad de su país"; prohíbe todo brindis o aclamación pública a favor de cualquier funcionario y suprime todos los honores especiales de que gozaban los miembros de la junta. La pelea entre Moreno y Saavedra estaba desatada.
Moreno, preocupado por los sentimientos conservadores que predominaban en el interior, entendió que la influencia de los diputados que comenzaban a llegar sería negativa para el desarrollo de la revolución y se opuso a su incorporación al ejecutivo. Triunfó la posición encabezada por Saavedra y Moreno se vio obligado a renunciar y a alejarse del país, encabezando una misión diplomática en diciembre de 1810. Murió misteriosamente en alta mar el 4 de marzo de 1811.
Ante la desaparición de Moreno, Saavedra creyó ver fortalecido su poder. El 5 y 6 de abril los saavedristas Joaquín Campana y Tomás Grigera movilizaron a los sectores suburbanos hacia la Plaza de la Victoria con el apoyo de los Patricios, los Pardos y Morenos contra el sector morenista de la Junta. A las tres de la mañana entregaron un petitorio en el Cabildo que decía entre otras cosas: "El pueblo de Buenos Aires desengañado a vista de repetidos ejemplos, de que no sólo se han usurpados sus derechos, sino que se trata de hacerlos hereditarios en cierta porción de individuos, que formando una fracción de intriga y cábala, quieren disponer de la suerte de la Provincias Unidas, esclavizando a las ambiciones de sus intereses particulares la suerte y la libertad de sus compatriotas".
Se proponían deponer al sector morenista y crear un ejecutivo fuerte en manos de Saavedra. Pero Saavedra no aceptó el mando. Cuenta en sus memorias: "Pedí, supliqué y renuncié todos mis cargos, incluso el grado de Brigadier".Pero se llegó a una transacción seguramente sugerida por el Deán Funes: Vieytes, Rodríguez Peña, Larrea y Azcuénaga marcharían al destierro y serían reemplazados por tres saavedristas –entre ellos, Campana-, el regimiento de la Estrella sería disuelto y su jefe, Domingo French, confinado, como no podía ser de otra manera junto a Antonio Beruti. Saavedra continuaría como presidente de la Junta. Pero el desastre de Huaqui en el Alto Perú precipitó las cosas. Saavedra debió marchar al Norte a fines de agosto de 1811 y su ausencia fue aprovechada por sus adversarios. A los ocho días de haber llegado a Salta se le hizo saber su separación del ejército y de la presidencia de la Junta, y se le ordenó entregar las tropas a Don Juan Martín de Pueyrredón. El sector morenista recupera el control de la situación y creaba un nuevo poder ejecutivo: el Triunvirato.
El 6 de diciembre de 1811, los Patricios se sublevaron en defensa de su antiguo jefe. Pidieron que volviera Saavedra y que renunciara el coronel Belgrano, designado como nuevo comandante del regimiento.
El Triunvirato arma una doble estrategia. Por un lado, negociar y, por otro, rodear el cuartel para intervenir en cualquier momento. Hubo varios mediadores, entre ellos, Juan José Castelli, el orador de la revolución, que estaba arrestado en el propio cuartel tras haber sido sometido a juicio por la derrota del Desaguadero. También mediaron el vehemente adversario de Castelli en el debate del Cabildo Abierto del 22 de mayo, el Obispo de Buenos Aires, Benito Lue y Riega, y el Obispo de Córdoba, Rodrigo de Orellana. Pero todo fue inútil. Los Patricios se mantenían firmes en sus demandas.
Uno de los amotinados, el soldado de origen inglés Richard Nonfres, en un rapto de exaltación, comenzó a proferir insultos y disparó un cañonazo contra las tropas que estaban apostadas frente al regimiento. Cuenta Domingo Matheu que "...un maldito inglés, soldado del cuerpo, pegó fuego a un obús cargado a metralla y mató a uno e hirió a seis".
La respuesta no tardó en llegar. El saldo del combate fue de 8 muertos y 35 heridos. Pero Rivadavia y el Triunvirato no iban a dejar las cosas así. Instruyeron un proceso sumario. Por "razones de seguridad" fueron expulsados los diputados del interior. El Deán Funes fue detenido sospechado de complicidad con los rebeldes. Los implicados negaron durante el juicio toda intención política y recordaron sus planteos iniciales. Pero nadie les creyó y en la sentencia se hablaba de un "movimiento popular que se tramaba".
A veinte de los implicados se los condenó a cumplir penas que iban de cuatro a diez años de prisión en Martín García. Once sargentos, cabos y soldados fueron fusilados a las ocho de la mañana del 10 de diciembre de 1811 y sus cuerpos colgados en la Plaza de la Victoria "para la expectación pública". Entre los muertos estaba el inglés Ricardo Nonfres, quizás el autor del primer disparo de una guerra civil que iba a durar casi 60 años.
Esta derrota selló la suerte de Saavedra. Se intentó confinarlo en San Juan, pero, alertado a tiempo, Saavedra cruzó la cordillera de los Andes y arribó a Chile acompañado por su hijo Agustín de 10 años. En 1814 decidió volver a la patria ante la cercanía de los ejércitos realistas que amenazaban Coquimbo. Mientras volvía a cruzar la cordillera, su esposa Doña Saturnina Otárola apela al gobernador intendente de Cuyo, José de San Martín, para lograr el reingreso de su marido. San Martín accedió fijándole residencia en San Juan. Saavedra fue enviado escoltado hacia Buenos Aires para estar presente en el juicio que se había iniciado y tras la revolución del 15 de abril de 1815, el Cabildo le devolvió su grado militar. Sin embargo, al asumir el poder Álvarez Thomas el cargo de Director Supremo, lo conminó a abandonar Buenos Aires e instalarse en Arrecifes.
En 1818, el Congreso Constituyente puso término a las causas en su contra y el director Pueyrredón dictó un decreto confiriéndole el empleo de brigadier general de los ejércitos de la Nación, con una antigüedad retroactiva al 14 de enero de 1811. A fines de ese año fue designado Jefe de Estado Mayor, en reemplazo del general Antonio González Balcarce, que había marchado a incorporarse al ejército libertador de Chile. Desempeñando ese cargo, inspeccionó las tropas en Santa Fe, Martín García y en Luján y concretó negociaciones de paz con los indios ranqueles.
Durante el período de la anarquía, se retiró a Montevideo, de donde regresó al constituirse el gobierno de Martín Rodríguez, en octubre de 1820. En 1822 se le otorgó el retiro absoluto del Ejército. Siendo ya un anciano, ofreció sus servicios en ocasión de la guerra con el Brasil. El gobierno, por medio del ministro de guerra, Coronel Marcos Balcarce, le hizo saber que agradecía el ofrecimiento y que, llegado el caso, sería aceptado con la consideración que se debía a su avanzada edad. Murió en Buenos Aires el 29 de marzo de 1829. En Diciembre de ese año el gobernador de Buenos Aires, Juan José Viamonte, trasladó los restos de Saavedra a la Recoleta y le brindó un homenaje. En el decreto decía:
"El primer comandante de Patricios, el primer presidente de un gobierno patrio, pudo sólo quedar olvidado en su fallecimiento por las circunstancias calamitosas en que el país se hallaba; pero después que ellas han terminado, sería una ingratitud negar al ciudadano tan eminente el tributo de honor debido a su mérito y a una vida ilustrada con tantas virtudes que supo consagrar entera al servicio de la patria."

jueves, 22 de mayo de 2008

El 25 de Mayo. La Historia

El Proceso Revolucionario:
· Entre 1808 y 1810 se sucedieron disputas por el poder en el virreinato.
· La infanta Carlota de Borbón, hermana de Fernando VII y esposa del regente de Portugal en Brasil reclamó se reconocida como la heredera del trono en América. Dicha propuesta fue rechazada por Liniers, porque se había jurando continuar con la fidelidad a Fernando VII.
· Un movimiento encabezado por el alcalde Martín de Alzaga, un comerciante importante de Bs.As. que había luchado contra los ingleses, estuvo destinado a destituir al virrey interino Liniers, por su origen francés. Este golpe fue rechazado por la acción de las milicias criollas comandadas por Cornelio Saavedra.
· A mitad del año 1809 llega a Bs.As. el nuevo y último virrey que reemplazaría a Liniers, Baltasar Hidalgo de Cisnero, que se encontró con un clima bastante político bastante enrarecido.
· La revuelta en Chuquisaca hasta la Paz contra la opresión de la monarquía generó la difusión de ideas antimonárquicas.
· En Bs.As. no había dinero para afrontar los gastos administrativos y sueldos de los funcionarios del gobierno, por lo que el virrey Cisnero aprobó un reglamento provisorio para comerciar con otras potencias distintas de España, pues las arcas estaban exhaustas. Con esta medida los peninsulares sintieron un recorte importante en su poder, pues ahora debían competir con productos extranjeros.
· A fines de Enero 1810 llegó la noticia de que la Junta Central de Sevilla, último bastión de poder español, había sido destituida por las fuerzas napoleónicas. Cisnero debió reconocer públicamente este hecho e intentó (inútilmente) de controlar la crisis institucional que se avecinaba.
Situación General:
· España ya sin su Junta de Sevilla representativa del rey cautivo.
· Gran confusión política.
· Recorte de poder de los peninsulares.
· El virrey sin propuestas objetivas.
· Los ejércitos españoles eran muy reducidos.
· Las milicias criollas retirando el apoyo al virrey.
· Grupos de intelectuales y funcionarios criollos ven la posibilidad de conseguir su gran anhelo histórico: la participación en los cargos gubernamentales.
Planteos Realizados:
· El derecho español de aquella época decía que cuando el trono se encontraba vacante, la soberanía volvía a la institución de gobierno que representaba la voluntad del pueblo: el cabildo.
· Este cabildo, formado por los vecinos, debía elegir por votación las nuevas autoridades.
· Cornelio Saavedra (comandante y jefe de las milicias criollas) y Manuel Belgrano (defensor público del ordenamiento económico) fueron los elegidos para solicitar a las autoridades virreinales la apertura de un: cabildo abierto.
· Saavedra llevó la petición del pueblo y además informó que las milicias ya no le prestaban más sus servicio contra los criollos.
· El Cabildo se convocó para el 22 de Mayo.
· Unas de las principales exigencias hacia el Virrey y la audiencia, fue que se reconozcan a los criollos como hijos del país, y que las nuevas autoridades estén conformadas únicamente por éstos.
Puntos del Debate:
· Disuelta la Junta de Sevilla, que representaba a Fernando VII, prisionero de Napoleón... las funciones del virrey en el Río de la Plata era lícita, o sus funciones debían cesar?.
· Si su poder caducaba, quien lo reemplazaría?.
Para algunos vecinos el poder del virrey debía seguir vigente asegurando así la soberanía de Fernando VII sobre estos territorios.
En cambio para otros, como el de Juan José Castelli, tenían propuestas más radicales, sosteniendo que el poder de España había caducado, ahora la soberanía residía en el pueblo, y por lo tanto se debían elegir nuevas autoridades independientes de España.
Solución propuesta:
Cornelio Saavedra sostuvo que el virrey debía cesar en su autoridad, siendo ahora reemplazado por el Cabildo hasta tanto se elija una Junta de Gobierno que sustituya al virrey. Afirmó también que siendo el Cabildo quien determinaba la nueva junta de gobierno, era en realidad el pueblo quien otorgaba el poder, haciendo uso de su soberanía.(Concepto opuesto a las ideas monárquicas, de un poder divino y absoluto, nacido de las nuevas concepciones de la ilustración francesa)
La primera junta estaba compuesta por Cisnero como presidente y por algunos peninsulares, cosa que generó un descontento popular, ya que se suponía que la tendencia de este nuevo gobierno sería la de defender el antiguo orden colonial.
El día 25 de Mayo de 1810 se formó la nueva y definitiva Junta de Gobierno Patrio, en donde los primeros integrantes (hijos de España) fueron obligados a renunciar de sus cargos. Esta junta tuvo el apoyo de las milicias criollas. Aún así el poder de esta junta era sólo limitado a los límites de la capital virreinal y seguiría gobernando en reemplazo del virrey, pero con declarada fidelidad al Rey Fernando VII.
Conflictos Internos En La Junta de Gobierno:
· La junta debió soportar algunos intentos por parte de los peninsulares que deseaban reconquistar su poder.
· La junta era partidaria de la no violencia frente a estos conflictos.
· Trató desde el inicio de llegar a un acuerdo con todos los ex funcionarios españoles.
· Todo fue en vano, y finalmente se decidió deportar a Cisnero y demás altos funcionarios.
· Más tarde se fusilando algunos disidentes en la ciudad de Córdoba.
· Como estas actitudes violentas y radicales no eran bien vista por algunos integrantes de la junta comenzaron los rozes internos.
· Hubo dos tendencias internas, una radical y liberal dirigida por Mariano Moreno y otra moderada y conservadora liderada por Cornelio Saavedra.
· Moreno acusado de jacobino desea fervientemente la separación total de España y la creación de un gobierno independiente, basado en los principios democráticos y republicanos.
· Saavedra pensaba que este proceso de cambio debía llevarse en forma pausada y moderada sin romper los vínculos coloniales.
· Esta lucha por el modo de conducir los principios revolucionarios llegó a violentos encuentros internos, hasta que Moreno decide renunciar y parte hacia Europa en una misión diplomática. En el viaje de ida fallece y su cuerpo es lanzado al mar.
· Castelli y Monteagudo apoyaban a Moreno, Martín Rodríguez era partidario de Saavedra.
La Expansión Del Movimiento Revolucionario:
Una vez implantada esta Junta de Gobierno, y a pesar que se consideraba heredera del trono de Fernando VII, fue necesario conseguir la legitimación por parte de:
· Las antiguas autoridades coloniales
· Las provincias del interior que dependían de Buenos Aires.
· Los territorios limítrofes como la Banda Oriental, Paraguay, Chile y el Alto Perú.
Cisnero y demás altos funcionarios dieron la aprobación, pero bajo protesta, ya que no tenían otra opción. En la metrópolis no podía acudir a nadie y en las colonias las milicias ya no acataban más sus órdenes.
En el interior, no todas las provincias aceptaron esta nueva forma de gobierno, como fue el caso de Córdoba, en donde se gestó un movimiento dirigido por el ex virrey Liniers, que se negó a aceptar las resientes autoridades. Conocida esta reacción, rápidamente fueron tomados prisioneros los opositores y fusilados en Cabeza del Tigre, en la ciudad de Córdoba. Esta actitud hizo que mas tarde las otras provincias en disidencia juraran obediencia a la Junta.

En territorios periféricos no fue tan fácil lograr obediencia por que había viejos intereses coloniales. Para hacer frente a esta resistencia se debió incorporar soldados y crear un ejército organizado y experimentado, para combatir contra los opositores. Se recurrió a la leva forzosa de indios, mestizos y criollos. A su vez llegaron al país (1812) , desde Europa, algunos militares de carrera, como el Gral. San Martín y Alvear, que cumplirían una importante tarea a favor de la libertad de los pueblos americanos. También sobresalieron en el interior hombres de coraje y con habilidad de conducción como Martín Güemes que defendió con valor las fronteras de norte del país contra el avance realista, Gervasio Artigas caudillo oriental con gran influencia y poder sobre los criollos de la Mesopotamia y el Uruguay.
Expediciones Militares:
Expedición al Paraguay:
· En el caso de Paraguay reconoció el Consejo de Regencia español y se preparó para luchar contra las tropas revolucionarias.
· Manuel Belgrano (abogado e improvisado militar) condujo las fuerzas hacia el norte de país, y fue derrotado dos veces: en Paraguarí y Tacuarí.
· De todas maneras llegaron a un armisticio en 1811 y el retiro de las tropas hacia Buenos Aires.
· Un pocos más tarde los criollos paraguayos iniciaron un golpe de independencia de España y formaron un nuevo país sin reconocer las autoridades porteñas.
Expedición Al Alto Perú:
Hubo tres al Alto Perú dirigidas por distintos generales y todas fueron un fracaso.
La primera al Alto Perú, al mando de Balcarce, que comienza con un triunfo importante en Suipacha, pero termina con la derrota de los patriotas en Huaqui, en 1811.El ejército totalmente desmembrado se repliega hasta Jujuy.
Hubo una segunda al Alto Perú, en 1812, pero ahora al mando de Belgrano (que venía de una fracasada campaña al Paraguay).Inicialmente se tuvo dos triunfos importantes en Tucumán y Salta.(el famoso Exodo Jujeño).Alentado por estas victorias Belgrano sigue avanzando hacia el Norte, pero en los llanos de Vilcapugio, los patriotas se enfrentaron en una contienda muy reñida, pero fueron vencidos. Finalmente, a pesar de los refuerzo que recibió Belgrano, donde llegó a formar un ejército de casi 4000 hombres, fue derrotado nuevamente en la batalla de Ayohúma. Los patriotas debieron regresar hacia el sur, a la altura de Tucumán.

La tercera campaña al mano de Rondeau, significó el desastre total, ya que fue duramente derrotado en Sipe-Sipe, en 1815. Ya no tenía sentido seguir luchando en el norte por la causa de la revolución. Ahora la frontera, hasta 1821, quedó resguardada por los bravos gauchos del gobernador salteño Martín de Güemes . Era un ejército formado por labradores, campesinos y hacendados de la zona.
Expedición A La Banda Oriental:
Este conflicto fue también bastante prolongado, pues en esa zona se encontraba el ejército español, más algunas fuerza portuguesas que avanzaban desde el Brasil.
· Montevideo acogió al nuevo virrey Francisco Elío y se declaró enemiga de Buenos Aires.
· Las zonas rurales de Uruguay estaban sumamente descontentas por esta medida, ya que se encontraban en la absoluta pobreza y cansadas de la opresión del sistema. Este sector apoyaba cualquier medida anticolonialista y su conductor fue: José Gervasio Artigas.
· Las fuerzas de Artigas y Buenos Aires inicialmente pelearon unidas contra los realista, hasta que lograron sitiar Montevideo.
· Los portugueses (cuya soberana era la hermana de Fernando VII, la princesa Carlota) decidieron entrar en el conflicto.
· Ante tal medida y debido a la superioridad portuguesa el gobierno porteño acordó con Elío para que detenga a esta tropas a cambio de levantar el sitio a Montevideo.
· Los criollos uruguayos comandados por Artigas decidieron continuar por la lucha de su independencia y se retiraron de Montevideo hacia Entre Ríos, dejando totalmente despoblada la ciudad (el famoso éxodo de los orientales).
· Artigas tenía un proyecto de organización federal de gobierno que implicaba el corte total de los vínculos con España, y establecer un pacto de unión entre todas las provincias del virreinato. Aunque cada provincia debía tener autonomía política.
· Esta posición tan radical(parecida a la de los "morenistas") de este líder hizo que las autoridades porteñas que aún seguían jurando fidelidad a la corona española lo consideraran un traidor y enemigo de la política lanzada por el gobierno.
· Artigas tenía mucho poder sobre los sectores más humildes y desprotegidos de las provincias de Santa Fe, Corrientes y Entre Ríos, (también en Córdoba) por lo tanto la lucha continuó a nivel civil, es decir, tratando ahora de vencer a este caudillo oriental que podía desviar las ideas originales del plan acordado por las nuevas autoridades. Artigas fue designado por los criollos uruguayos como el "Protector de los Pueblos Libres".
· Un importante desempeño naval tuvo la flota comandada por Guillermo Brown, un marino irlandés al servicio de la armada revolucionaria.
Dificultad Para Lograr El Equilibrio Político:
Lograr la unidad política fue un proceso lento porque se vio matizada por diferentes conflictos, a saber:
· Conflictos internos en la misma Junta entre morenistas y saavedristas.
· Las expediciones militares, que en su mayoría fueron un fracaso.
· El enfrentamiento con la Banda Oriental grupo comandado por Artigas, que tenía un plan para la organización política de las Provincias Unidas muy distinto al de las autoridades locales.
· Faltaron acuerdos mínimos entre las provincias y ciudades definiendo cual sería la naturaleza del estado y como se gobernarían las provincias.
Parecía que no existía un rumbo fijo hacia donde apuntase la nueva organización de este territorio y consecuentemente el futuro podía ser peor al de la etapa colonial.